
Todos nos ponemos enfermos de vez en cuando. Unos más que otros, está claro. Quien tiene mejor forma física, está en un clima más benigno, es más joven y lleva una alimentación más equilibrada está más protegido que una persona al otro lado de estas condiciones. Sin embargo, cada persona es un mundo aparte, así que por mucho que generalicemos, siempre habrá factores que se nos escapen.
Uno de ellos es la famosa automedicación. Hoy en día se usan las medicinas sin ton ni son, basándose en el uso y éxito de la misma de un vecino, un familiar o de un simple conocido. Las personas observan sus síntomas y, sin consultar un médico, se atiborran de pastillas. Cuando pasan los años, no solo no salen de su error, si no que toman aún más pastillas para compensar.
No hay que olvidar que las medicinas son productos químicos, y se deben tomar siempre bajo prescripción médica. Si se puede pasar una pequeña enfermedad sin tomar ninguna, mejor que mejor.
Y no, no me olvido. ¡Feliz Navidad a todos! :-)