domingo, 25 de octubre de 2009

Fundamentos y técnicas de análisis hematológicos y citológicos

Recuerdo que el primer día de esta asignatura (o módulo, como le llaman ahora) fue muy inquietante. La cantidad de cosas que el profesor declaró que pretendía enseñar parecía abrumador, a la vez que apasionante. Yo no sabía diferenciar un matraz de un vaso de precipitados. No sabía lo que era un eritrocito. Y ni siquiera sabía las partes de una célula. Pero ahí me encontraba, empezando el estudio citológico, y al menos de ganas iba sobrado.

Ahora que llevo más de un mes dando clases, puedo decir que se me da medianamente bien y me gusta el estudio de la sangre. Pero también es obvio que me cuesta más que a los demás aprenderme todas las cosas. No, no conocía el término de metaplasia. No, no sabía lo que era la poliploidía. No, no sabía lo que significaba el sufijo blasto...

Pero bueno, es un tema tan bonito, que no me importa tener que estudiarlo más. Si no fuese capaz de sacar las máximas notas en estas asignaturas, es que sencillamente no valdría para alcanzar mi objetivo final...

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